Uruguay en mayúsculas parte 1: Gastando suela

La vida esta llena de sensaciones buenas, pero una de las mejores a mi parecer es cuando con el simple recuerdo de algo te pinta una gran sonrisa en la cara. Esta es mi sensación ahora que viajo hacia Montevideo y repaso toda mi estancia en Uruguay.
Despegue un domingo a las 21:00 de Barajas-Madrid y aterricé un martes en un pueblo de la costa este de Uruguay llamado la Paloma. Según iba llegando montado en el bus notaba como todo estaba impregnado de cierta magia y misticismo, pero realmente empecé a respirarlo cuando una vez cargado con mis mochilas emprendí mi camino hacia el hostal "la Paloma".
Lo primero que me encontré en el camino al hostal, fue un bosque lleno de árboles pintados con rostros y animales, cosa que me hizo parar
para rebuscar entre todos mis bártulos la cámara de video y de fotos. Mis dos primeras misiones las tenia claras. Establecer mi campamento base
y ir a recoger la obra de arte que me había preparado el señor Willy Barreiro.
Willy Barreiro una persona excepcional con el que estuve hablando largo y tendido sobre las olas de la zona y el surf
en general, sobre el proyecto y su opinión al respecto.
Donde yo me aloje encontré un gran grupo de personas que irradiaban la misma buena energía, y entre ellos podría destacar a Emilio
Surfear local y regente del Hostal y a su mujer Nadia, a Daniel ahora un amigo I3, a Adrián el que intento cruzar el desierto
de cabo polonio andando, a Ariel mi compañero de fatigas, a Natalia
la sexyenfermera y a Ernestob (también conocido en el resto del mundo como Sergio). Más tarde aparecería uno de los
más grandes llamado Kai, una persona que pese a su corta edad ya se ha merendado medio mundo.
Tras esperar dos días a mis tablas porfin aparecieron dispuestas a romper la costa Uruguaya.

La Aguada

Playa que se encontraba a no mas de 10mo del hostal en el que me encontraba. Una ola de metro y medio pasado, que no terminaba
de empujar todo lo bien que uno hubiese querido y que seguramente esto fuera causado por las inhalaciones de la marina que
había muy cerca y le arrancaban fuerza.

 

La Balconada

Otra de las playas locales de la Paloma. Es con diferecnia mucho más pontente que la Aguada. Fondo de arena y una playa partida
por la mitad por una pequeñas rocas. Es el spot más concurrido por los locales siempre y cuando el viento no sea completamente
de dirección sur.

La Pedrera

Fue una de esas playas que no pude probar porque no tenía mi equipo y soplaba un viento Ons shore muy fuerte. Pero a cambio,a nduve con mi inseparable compañero Ariel desde la Paloma hasta la Pedrera durante más de tres horas. Nos perdimos, intentamos hacer autostop durante nuestro paseo, en mitad del camino encontramos un pájaro de una sola pata y casi al llegar, se nos apareció un oasis en mitad del desierto. un pequeño Restaurante donde tenían unas de las mejores Rabas que he probado en mi vida.

Cabo Polonio
Mágico. No puedo decir más. Llegamos en el autobús a una parada donde teníamos que tomar una especie de tractor con una jaula gigante en donde éramos transportados a través de las dunas. Tras 25minutos de botes y zarandeos a través de la arena salimos a la costa. Y Apareció!!! Una costa solitaria con un mar vivo como el fuego del infierno. La boca se me hacia agua.
15 minutos más tarde llegamos al pueblo de Cabo polonio, que más que un pueblo era una comunidad hippy explotada turísticamente
pero que no dejaba de perder su encanto y su magia.
Aquí nos encontrábamos con dos playas, una que no tenía apenas mar y otra en la que muy cerca de las rocas del faro se generaba una derecha
que funcionaba bien, aunque con un poco de viento on shore que ensuciaba algo que con mejores condiciones hubiese sido una
delicia.

Aun así el día fue perfecto culminándolo con un buen mate al cual nos invitaron unas chicas argentinas que estaban por
encima de ser encantadoras en todos los sentidos.

 

Tras varios días situado en la Paloma decidí que era hora de deshacerme de mi tabla Proyect, que hizo hace años el señor Hugo López Asían, y de moverme
en busca de otras aventuras... Punta del Diablo me esperaba.