Pororoca

Auera auara es la manera que saludan los surfistas del Amazonas. Auera es el nombre de una tribu del amazonas y auara es ka denoinación para los surfistas. Epico. Pororoca ha sido Epico. Sólo voy a poner imagines y más adelante contare la historia.

Loneliness

Esta entrada se la dedico a mis hermanas María y Ana, que siempre están  mirando por cualquier cosa que necesite

Sólo ha pasado un mes y medio... Dentro de lo que yo considero mi filosofía de la vida no tiene espacio el quedarse mirando mucho tiempo hacia atrás, porque puedes terminar tropezandote con lo que viene por delante. Pero de vez en cuando  si que es bueno echarle un vistazo a todo el camino que llevas recorrido. No soy una persona que muestre ni exalte sus sentimientos más allá de lo más puramente necesario. La gente a la que quiero sabe que la quiero y a la que aprecio y tiene un lugar dentro de mi vida y mi corazón también lo sabe.
Este viaje sabía que algo variaría en mi, no sabia ni se, ni cuanto ni cuando, pero algo seguro.Todavía no he llegado a estar completamente sólo porque en todos los lugares a los que he ido me he encontrado con gente
increible o ya tenía a gente extraordinaria esperandome. Ahora es cuando voy a empezar a rozar realmente la soledad, será ese punto en el que no habrá nadie más que me acompañe más que yo mismo. Lejos de mi cultura, lejos de mi lengua, lejos de lo que ya conozco...
Ahora si que puedo decir que tengo suficiente vivido para mirar atras y ver todo como una pelicula, desde el momento en que me regalaron el billete, pasando por como mi madre daba fe sin que yo abriese la boca de que yo prefería que no viniesen conmigo al aeropuerto hasta el ultimo abrazo que he compartido con El Capo al despedirme, y no consigo que se me borre esta sonrisa de la cara. Todavía queda algo de viaje y es posible que quede una de las partes más intensas.
La tan ansiada Pororoca. Hace poco recibí un mail de una persona que me decía que había visto videos de la Pororoca, que ya había sido surfeada que yo no iba a ser el primero. Ya se que yo no iba a ser el primero, pero es algo fuera de lo normal, y más teniendo en cuenta que yo no tengo un equipo que me va a llevar en todos terrenos y cámaras por todos lados para grabarme.
No sólo existe una Pororoca en la zona norte de Brasil. En el la parte de Belem se encuentra una a la cual hay viajes organizados y que no tiene mayor problema, y luego en la Región de Amapá. Por más que he buscado, por más que hemos llamado a Setur, ahora  mismo sólo se que llegaré a Macapá, hare noche, o parte en el aeropuerto y cogeré un autobus para dirigirme a un pueblo dentro de lo que es una reserva natural. Allí ya me buscaré las habichuelas para poder ir a surfear la ola.

Ps: Esto lo escribí ayer y realmente no tenía ganas de cambiarlo. Pero la cosa ha cambiado, un brasileiro llamado Junior me rescató del banco y ahora parece que estoy en un equipo bien equipado. Motos de agua, lanchas, etc etc Me han asegurado que va a ser la mayor de los últimos 4 años. 4.9 metros

VOTEN EN MÁSMOVIL

Pisando fuerte en Brasil

No es que no encuentre palabra para empezar a escribir, es que tengo tantas cosas que contar que no se por donde empezar. Mi llegada a mi primer destino Brasileño fue un poco caótico, porque si en un principio me iba a quedar un día en Sao Paulo, al final ni lo pise y cogí 3 aviones para llegar a Illheus. Viaje de Buenos Aires a Rio de Janeiro, allí pasé la noche durmiendo en un banco, de Rio de Janeiro a Salvador al día siguiente y de Salvador a Illheús. No tenía ni un mínimo conocimiento de portugués y veía como mi comunicación se dificultaba, no sólo un poco, sino hasta el punto que la mímica no servía de nada.
Menos mal que en el avión que enlazaba Salvador con Illheús conocí a una mujer que me comentó que una amiga suya que iba a buscarla al aeropuerto sabía español y podría ayudarme a llegar Olivença, que es el pueblecito que poseía Batuba y Backdoor, una de las mejores rompientes de todo Brasil. Pero no tube nada de suerte y ahí no se levantaba ni la espuma de la cerveza, así que aproveché para relajarme en un hostel que compartía con otro Brasileiro y que se encontraba en un ecoparque.

Tras dos días levantandome a las 5:30 de la mañana decidí que no podía esperar más y me lancé a Itacaré. Sólo me llevó 6 horas de viaje pero por fin llegué. Un pueblo pesquero en el cual sólo se veían pasar hippies y surfistas. Aquí sí que hubo olitas, olas y olotes. Mi primer hospedaje fue un hostel donde dormí un día y conocí a dos personas geniales. Eduard, un surfero francés que trabajaba en el Hostel y tenía un karma muy limpio y con el que establecí buena relación desde el primer día. Bricks, más conocido como Nadav, un israelí bailarín de break que quería aprender a hacer surf... y más o menos lo hizo partiendo dos tablas por la mitad. El fue el que me sacó del hostel para llevarme a un apartamento que nos costaba la mitad y que
compartíamos con 5 israelitas más y un chileno.

                   En Itacaré pude probar varias rompientes como Tiririca, ubicada al final de la calle principal de Itacaré. Era el punto de encuentro de todos los locales. Una ola que de la nada se levantaba muy vertical, con un take off muy rápido y con una distancia entre la base de la ola y el fondo de unos 50 cm... era una máquina de partir tablas. Mucho, muchísimo nivel. Me encantó.


Prainha fue como aterrizar en el paraiso. Tras andar más de 40 minutos através de un bosque selvático, llegabas a una playa de postal, donde no había nada más que paz. Las olas aqui no eran especialmente grandes, pero en lo que ganaba era en la soledad. 6horas de surf compartiendo olas conmigo mismo. Una delicia.

                                                                                                                                                  Engenhoca... Grande... Lo más grande que he podido ver en todo mi viaje. Era una playa que se encontraba a 12km al sur de Itacaré. 30 minutos caminando por la selva y viendo rompientes con verdaderos monstruos que rompían contra acantilados. Cuando llegamos esperabamos una ola de izquierda que rompiese larguísimo, y lo que encontré fue un monstruo que tenía olas de 2 metros pasaditos de  derecha e izquierda,que en el centro rompía como un verdadero cañón.

                                                                                                                                                                 TraS 7 días e Itacaré tuve que tomar la difícil decisión de marchar, pero era necesario antes de Carnaval, porque sino me iba a  ver atrapado en lo que no quería. Así que marché a Fortaleza, la frase que le decía al que se había convertido en mi compañero de viaje Bricks era siempre la misma, "I must to go to FORTALEZZZZA" y así lo hice en un viaje de 14 horas donde cogí un barco, un bus, un coche y
finalmente un avión.
En el aeropuerto me esperaba el Team al completo. Montse, la embajadora del rugby en Brasil, Quique, el hombre  que empezó sin apodo y terminó siendo canguro, y Emerson más conocido como "El CAPO". De fortaleza no voy a contar mucho porque todavía me quedan unos días aqui, pero si voy hablar del mejor
Carnaval de Brasil, al cual fuimos a los poco días de llegar. Carnaval das Aguas de Banabuiu.
Auténtica cultura brasileña, alojados en la casa de Alda, la madre del Capo, una señora que nos trató como a 3 hijos más. Se ha gando no sólo un hueco en mis recuerdos, sino también en mi corazón. En el carnaval los únicos extranjeros de entre 10000 personas eramos nosotros. Aqui he conocido realmente buena no, buenísima gente.
Te abrían no sólo las puertas de sus casas, sino también la de sus vidas. Bautizado en Fortaleza como PELIGRO, en el carnaval no sólo he reido, trasnochado y disfrutado de una manera descomunal, sino que también me he encontrado 4 días seguidos en una guerra de harina de tapioca, he bailado salsa
 y saltado bajo la lluvia, he conocido un carnaval realmente impresionante fuera de los turísticos y en varios momentos me he sentido plenamente feliz.
Gracias Montse, gracias Quique, gracias Capo,gracias Alda, gracias Banabuiu.